jueves, 4 de abril de 2013

Érase una vez...



.... una muy ocupada aspirante a escritora y estudiante universitaria que olvidó hacer su recapitulación de Once Upon A Time para el blog de series que lleva junto con sus amigas, y cuando lo recordó, lo hizo apresuradamente y ni con la mitad de los chistes malos que tenía planeado; y lo publicó pasadas las doce.

Ese post viene a ser este, y empieza así:


Once Upon A Time es una serie de los mismos productores de Lost, por lo que nos presenta un mundo muy entretenido y fascinante, al mismo tiempo que hace muchísimas preguntas que obviamente se van a tardar temporadas enteras en responder, pero nosotros vamos a seguir viendo porque nos obsesionaremos porque es muy bueno a pesar de ser tan frustrante. O quizá es bueno porque es frustrante, no sé.

Cada episodio se divide en dos líneas argumentales paralelas: la del Bosque Encantado, que cuenta en retrospectiva la vida de los varios personajes de cuentos de hadas que nos vamos encontrando, y la de nuestro mundo, que trata sobre en qué se han convertido esos personajes gracias a la maldición, y en cómo ésta puede llegar a ser rota.

En la primera temporada, al menos. En la segunda, vamos a estar lidiando con hasta tres líneas argumentales. De nuevo, ¿por qué no elegí Supernatural?

En cualquier caso, el programa se construye de repeticiones y ecos, y funciona muy bien porque están inteligentemente armados. Además, presenta una sensibilidad muy particular que le da al show un mayor atractivo y de nuevo denota la astucia con la que fue concebido: es muy interesante ver cómo los escritores han adaptado los cuentos de hadas de princesas que siempre son objeto de rescate, a una perspectiva más moderna y feminista. Lo que intento decir es que todas las mujeres de este show son absolutamente rudas.

Para no complicarles (y complicarme) la vida con saltos entre un mundo y otro (porque ya hago eso con Juego de Tronos), voy a estructurar mis recapitulaciones de acuerdo a lo que pasa en cada línea argumental. La primera de las cuales es:

El Bosque Encantado.

Once Upon A Time abre con una pantalla en negro, hablando de cómo existía un mundo, el Bosque Encantado, donde vivían todos los personajes de cuentos de hadas que conocemos (o creemos conocer), y que gracias a una maldición, se encuentran atrapados en un mundo donde no existen los finales felices: el nuestro.
 


Eso es un poco duro, escritores ¿Realmente no creen que haya finales felices en nuestro mundo? ¿Qué hay de...? No, esperen. Pero y... no, eso tampoco. Bueno, ¡ya se me va a ocurrir un buen ejemplo!

La primera escena que vemos es al Príncipe Encantador cabalgando por el bosque (ese no es su nombre, ¿pero quién le va a llamar otra cosa con esa cara?).


Se dirige a un claro donde los Enanos están velando a Blancanieves en su urna de cristal, convencidos de que está muerta. Encantador pide que le dejen despedirse, y ellos levantan la tapa para que le dé un beso. Blancanieves despierta, le sonríe, y lo siguiente que vemos es que se están casando. Hasta ahora, más o menos como esperamos que vaya la historia de Blancanieves.

Pero, ¡esperen! Hay alguien que no está contenta con la boda.


La Reina Malvada, que irrumpe en el salón y anuncia a voz en cuello que va a ser todo lo posible por arruinarles la felicidad. Porque las brujas malvadas tienen una cierta tendencia a colarse en las fiestas donde no están invitadas (Véase: La Bella Durmiente).

Después de esa confrontación, tenemos un salto temporal, y vemos a Blancanieves en un avanzado estado de gestación. Aunque Encantador insiste en que no debe preocuparse, ella quiere ir a consultarle a "Él", a lo que Encantador accede a regañadientes.

"Él" resulta ser Durza de Eragon, que por algún motivo en este mundo se llama Rumpelstilskin.


Es un ser mágico muy poderoso, aunque engañoso. Les revela a Nieves y a Encantador que lo que está planeando la Reina es imposible de detener, y que la única esperanza que les queda a todos es la hija no nacida de Nieves y Encantador, que al cumplir los 28 años regresará y romperá la maldición. A cambio de esta información, Rumpelstilskin exige saber el nombre de la niña: Emma.

En la siguiente escena, Nieves y Encantador se encuentran reunidos alrededor de una mesa redonda junto con todos los personajes del Reino, discutiendo cuál sería el mejor curso de acción. Pepe Grillo (porque Pepe Grillo está aquí, por algún motivo) aconseja no pelear con las siguientes palabras: "No se logra nada cediendo ante el lado oscuro".

El Hada Azul es entonces quien trae la solución: existe un árbol mágico que, si se lo transforma en un contenedor, puede proteger a una sola persona de la maldición. Gepetto y Pinocho quedan a cargo del trabajo, y Nieves y Encantador deciden que ella es quien debe utilizar el pasaje. Nieves no está muy contenta con esto, porque significa que pasará 28 años sin ver a su marido, pero Encantador la tranquiliza diciéndole: "Mientras nos amemos, siempre habrá una manera de encontrarnos".

Como Emma es la persona más oportuna del Bosque Encantando, elige ese preciso momento para nacer. Mientras tanto, desde los muros del castillo, los Enanos ven acercarse una nube verde de aspecto ominoso que cubre el Bosque.


Gepetto por fin termina el armario (¿En serio? ¿Por qué se tardó tanto? ¿Estaba comprobando que no fuera un pasaje a Narnia por equivocación?), pero es demasiado tarde: a Blancanieves no le queda más remedio que dar a luz a Emma. Encantador y ella deciden darle a la bebé "la mejor oportunidad que puedan tener", y hacerla entrar sola en el armario.

A continuación, ocurre uno de los momentos más emotivos de todo el episodio:


 En serio, es tan triste que no se me ocurre ningún chiste para hacer.

Encantador se abre paso a mandobles entre los guardias de la Reina atacando el castillo, y consigue depositar a Emma en el armario, antes de sucumbir a sus heridas. Blancanieves lo encuentra, y también se encuentra a la Reina, que ríe burlonamente y le dice que la maldición los va a llevar a un lugar dónde el único final feliz será el de ella. Y ese lugar es....

Nuestro mundo.

En las primeras escenas que ocurren en nuestro mundo, conocemos al niño de 10 años más simpático de toda la tierra: Henry, que viaja sólo en autobús y le pregunta a un taxista si recibe tarjeta de crédito como todo un pequeño jefe. Henry está buscando a su madre biológica, que, oh, casualidad, se llama Emma Swan.

Emma Swan (interpretada por la Doctora Cameron de House) es una caza-recompensas y prestamista de fianzas, que se encuentra en lo que aparenta ser una cita a ciegas en el día de su cumpleaños. Está sonriendo, usando un vestido sexy y siendo toda agradable y coqueta.

Por eso es hilarante cuando resulta que el tipo en realidad le debe dinero, y que Emma lo llamó a esa cita para cobrarse. Y es aún mejor cuando el tipo sale corriendo, y Emma se toma sus buenos minutos para poner los ojos en blanco antes de ir tras él y patearle el trasero.

Y todo usando tacos vertiginosos
 
De buenas a primera, Emma da la impresión de ser una chica dura, independiente, y llena de recursos, que tuvo que rebuscársela sola desde hace mucho tiempo. En la escena anterior, comenta con su "cita" que no tiene ni familia ni amigos, y no parece hacerse mucho problema por eso. Pero luego la vemos llegar a su departamento y ponerle una vela a un cupcake para festejar su cumpleaños. Eso es... casi tacaño. Si te vas a comer tus sentimientos, Emma, al menos cómprate una torta entera.

En cualquier caso, Emma tiene poco tiempo para revolcarse en su miseria y comerse el cupcake, porque en ese momento, Henry llama a la puerta y le anuncia que él su hijo. A continuación, entra al departamento y le pregunta si tiene jugo, completamente ignorando el ataque de pánico que Emma parece estar a punto de sufrir.

En serio, adoro a este niño.

Henry le dice a Emma que ella necesita ir a casa con él, a un pueblo llamado Storybrooke, en Maine. En el camino, le cuenta que él cree que ella es la hija de Blancanieves y Encantador, la que está destinada a romper la maldición que mantiene a los personajes del Bosque Encantando ignorantes de quiénes son y atrapados en el tiempo y en el pueblo. Emma asume lo que todo adulto racional asumiría: que el niño no está muy bien de la cabeza.

Y lo asume todavía más cuando en el pueblo se encuentra con Archie Hopper, el psiquiatra de Henry, que le advierte que no debe mentir diciendo: "No se logra nada cediendo a tu lado oscuro"

Porque es Pepe Grillo, ¿LO ENTIENDEN?
Emma lleva a Henry a su casa con su madre adoptiva, Regina Mills, la alcaldesa de Storybrooke. Henry le había dicho a Emma que Regina no lo quiere en realidad, que solamente finge hacerlo, pero Regina sale con cara de preocupación absoluta y lo abraza, y Emma queda convencida de que el niño tiene aún más problemas de lo que parece. Henry sube a su cuarto, y Emma y Regina tienen una conversación en la que Emma le asegura que no tiene intención de formar parte de la vida de Henry. Mientras eso ocurre, la cámara hace foco en esto:

Porque Regina es la Reina Malvada, ¿lo van captando?

Emma intenta irse del pueblo, cuando se da cuenta que Henry se dejó el libro de cuentos en el auto. Mientras murmura "Pequeño bastardo..." con un dejo de orgullo inevitable, le sale un lobo al paso y termina estrellándose contra el cartel de Storybrooke.

Lo siguiente que Emma sabe es que se despierta en la celda de la comisaría, junto al borracho gruñón del pueblo y un carpintero italiano que comenta como al pasar que su esposa y él nunca pudieron tener hijos. Regina se presenta en la comisaría porque Henry se ha vuelto a escapar, y pone cara de haber pisado algo maloliente cuando ve a Emma.

Emma ofrece su ayuda para localizar a Henry, y encuentra que la ubicó gracias a un sitio de Internet para encontrar a madres biológicas. Un sitio de Internet pago, para el que Henry utilizó la tarjeta de crédito de una tal Mary Margaret Blanchard, su maestra

Esta mujer.
que habla de cómo los seres amados siempre regresan a ti mientras, toda tierna, les enseña a sus alumnos a construir una casita para pájaros. No la miren mucho tiempo o les dará diabetes.

Mary Margaret revela que ella le dio el libro a Henry, y Regina sale del aula furiosa con ella por "plantar fantasías absurdas" en la cabeza de su hijo. Mary Margaret le dice a Emma que Henry es solamente un chico problemático porque tiene las mismas preguntas que todo chico adoptado: "¿Por qué alguien me abandonaría?", y le da una pista a Emma sobre dónde encontrarlo.

Henry se encuentra en el puente de los trolls (en serio), mirando al pueblo como esperando que aparezca otra nube ominosa. Emma trata de convencerlo de que regrese, pero Henry dice que no lo hará. Y agrega: "Sé por qué me abandonaste. Querías que tuviera la mejor oportunidad que pudiera tener". Le dice que esa es la misma razón por la que la propia Emma fue abandonada: Nieves y Encantador quería que huyera de la maldición. A lo que Emma responde irritadamente que sus padres la abandonaron a un costado de la carretera, ni siquiera se molestaron en llevarla a un hospital, pero Henry está convencido y le ruega que se quede una semana.

Cuando lleva a Henry de vuelta a casa, Regina le da a Emma un discurso amenazante que puede resumirse en: "Aléjate de mi hijo o te destruiré." Emma, conmocionada por haber visto el verdadero rostro de Regina, decide quedarse en la posada del pueblo, Granny's, por una semana, como Henry le pidió.

Granny's, obviamente, está regentada por la abuela y su nieta, Ruby, quienes no parecena costumbradas a tener clientes. Emma dice su nombre, y justo detrás ella aparece Durza

¡Ah! ¡¿De dónde salió?!
 y comenta misteriosamente que Emma es un bello nombre. La abuela le dice a Emma que ese es el Señor Gold, un hombre acaudalado que es dueño "del pueblo entero". A continuación, le entrega la llave de su habitación y le dice: "Bienvenida a Storybrooke."

¿No les da la sensación que algo falta?

Hasta ahora no hay nada que indique que las escenas que vimos del Bosque Encantado sean más que las imágenes que Henry creó en su cabeza leyendo las historias de su libro, poniendo a las personas que él conoce del pueblo como los personajes de las historias. Todo esto podría ser un delirio de ese niño que ahora está jugando un duelo de miradas con la torre del reloj, ¿verdad?

¿Recuerdan como se supone que la maldición detuvo el tiempo en Storybrooke? Como símbolo de eso, el reloj de la torre en la biblioteca ha estado parado siempre en las 8:15.

Trivia: El vuelo en el que viajaban los personajes de Lost era el 815, ¡TODO ESTÁ CONECTADO!
Pero al mismo tiempo que la abuela le da la bienvenida a Emma, la aguja del reloj se mueve un minuto. El tiempo ha empezado a correr otra vez.


Y Henry sonríe, y a uno dan ganas de comérselo de lo tierno que es.


Un par de pensamientos finales: Once Upon A Time tiene una premisa muy atractiva, porque nos presenta historias que resuenan en nuestro inconsciente, historias que amábamos tanto de pequeños que aprendimos a leer con ellas o cuyas películas vimos hasta que la cinta de video se arruinó y empezó a hacer líneas raras en la pantalla. Sin embargo, les da una perspectiva fresca y nueva, al mismo tiempo que respeta la ingenuidad y sencillez que las hacen tan queribles: a lo largo de la historia, vamos a ver que la fuerza más poderosa que existe en este mundo es la del amor verdadero.

Aquí está mi pregunta: ¿Cuál de estas historias era su favorita? ¿Cuál de ellas les gustaría ver en Once Upon A Time?

2 comentarios:

  1. Oh... prince charming, my favorite <3 Me encanta xD Y si, podrias haber hecho Supernatural

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  2. buenismo!! voy a ver esa seriee!! :)

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