The Following: Capítulo
dos
Tras haberme ido a conciertos de rock una
semana, nos volvemos a encontrar. Esta vez vengo a presentarles la continuación
de The Following, un capítulo segundo lleno de enredos y pistas que de seguro
ayudarán a futuro, pero que ahora les dejará al borde de una silla con la soga
atada al cuello.
Para usted,
que vio el capítulo anterior, habrá notado de qué va todo este enredo. Carroll,
quien vio cómo destrozaban su primera obra literaria desde la cárcel, esta vez
pretende re-escribir su historia… O
más bien, la historia de Ryan Hardy con el despiadado asesino. Al final del
capítulo anterior vimos cómo Claire Matthews, es posa del catedrático asesino,
se ve destrozada con el secuestro de su hijo… Y bueno, para continuar con el
formato, les presentaré este personaje.
Claire
Matthews es la esposa, o ex esposa, de Joe Carroll. Catedrática en la misma
universidad que su marido, Claire quedó sola con su hijo Joey cuando su esposo
fue capturado, e inició una relación que no duró mucho con Ryan Hardy. Naturalmente,
este personaje causa bastante intriga, debido a que gracias a ella fue que
cuestionaron la objetividad de Hardy en el FBI y aquello llevó a que lo dieran
de baja.
Claire a lo
largo de la serie muestra distintas facetas. Es una mujer fuerte, sin embargo
con el secuestro de su hijo se desestabiliza y se pierde en enredos por el
contacto con su marido y con el ex agente del FBI. Su corazón es un lío y solo
Dios sabe qué pasa por su cabeza cuando decide aventurarse en el juego del
asesino. (Oh, recuerdan que soy la reina del spoiler?)
De vuelta a
nuestro capítulo, las cosas comienzan a ponerse menos complicadas con la aclaración
de ciertos personajes, los cómplices de Carroll, sus amistades, miembros del culto del cual todos los envueltos en la investigación evitan hablar.
Denise
Harris, niñera de Joey, Will Willson y Billy Thomas, los vecinos gays de la
última víctima de Carroll, no son quienes resultan ser: Viven con falsas
identidades infiltrados en los contextos a los que Carroll los confinó para
poder llevar a cabo un elaborado plan que no les voy a espoilear todavía.
Para hacer
un resumen de estos personajes, son todos personas con problemas, que han
matado o tienen ansias de matar, perdidos de una u otra forma y recogidos desde
los escombros por Joe, para formar parte de esta novela que pretende escribir
mientras se vive. Con el magnífico don de la seducción, el escritor manipula a
estos muchachos y a muchos más, los envuelve con sus palabras, los acoge y los incorpora
a una idea, a un todo que resulta ficticio, porque a pesar de que los haga sentir
protagonistas, no son más que sus peones, unos simples objetos desechables para
conseguir lo que necesita.
En este
capítulo continúan los asesinatos bajo la mano de otro de los cómplices de
Carroll. Jordy Raines, uno de los guardias de prisión que ayudó a escapar al
convicto, es un asesino en entrenamiento que se dedica a matar perros para
practicar, y su aporte a esta novela es quitarle la vida a tres muchachas
fingiendo ser un policía. Lamentablemente su poca inteligencia lo lleva a ser
capturado pronto por el FBI.
Mientras
continúa la búsqueda del pequeño Joey, este segundo episodio está cargado de
recuerdos que aclaran la historia en la que se basa esta serie. Abusando un
poco de los flash back, se establece la relación entre los secuestradores del muchacho
y se muestra como la niñera se consagra como seguidora de Carroll mediante el
asesinato de su madre.
También se
destaca la vieja historia de amor entre Ryan y Claire, mostrándolas en un
recuerdo casi doloroso para el héroe arruinado. Esta escena en particular deja al descubierto un poco más de la sensibilidad de Hardy, es entonces cuando nos damos cuenta que de una u otra forma la serie nos obliga a empatizar con él, sus problemas, sus desamores, incluso con su alcoholismo.
Después de
algunas pistas que llevan a pensar que los seguidores del asesino no son pocos
y que podrían incluso clasificarlos como un culto que tiene a Joe Carroll como
su máxima, la búsqueda infructuosa por dar con el paradero de Joey, las ideas
que se barajan tras descubrir las verdaderas identidades de los secuestradores,
un encuentro de Jordy que amenaza con matar a Claire y finalmente la captura
del mediocre aprendiz, el capítulo se corona con otro encuentro de Hardy y
Carroll en prisión. Es aquí donde el asesino demuestra sus retorcidos
pensamientos sobre cómo pretende utilizar a todo quien le sea posible para
poder vivir su historia, para
manejarla de modo tal que todo sea un fatal incierto.
El final
deja abierta la interpretación de lo que se viene en un tercer capítulo,
mostrando las imágenes de cómo un sujeto en la máscara de Edgar Allan Poe,
enciende a un desconocido (ejem, ejem…) en la vía pública.
Este
capítulo, como mencioné al comienzo, deja varios cabos sueltos. A pesar de
apretar varios de los tornillos que le faltan al cerebro de esta serie, sigue
con vacíos, cosas sin explicación, algunas que [spoiler alert ON] se aclaran
más adelante, otras que en lo que va de la transmisión de la serie todavía no
se resuelven. A pesar de todo esto, de los nudos que se arman y las relaciones
casi increíbles que se establecen entre varios personajes que jamás se pensaría
están involucrados, la atmósfera que crea no deja de ser lenta, pero atractiva
para aquellas almas dotadas de una morbosa curiosidad.
Como dato
extra hice mi tarea de investigación, ya que desde el episodio anterior se
me cruzó el interesante soundtrack de la serie, y me encontré con una grata
sorpresa. Como mencioné en el pasado review, que comienza con Sweet Dreams (Are
made of this), un cover de Marilyn Manson, en este capítulo podemos apreciar
destacando el momento en el que Denise (Emma,
su verdadera identidad) asesina a su madre con una pieza musical de Deftones
llamada Change (In the house of flies) sí, me gusta. Luego, justo al
final, Angel, un cover de Massive Attack en las garras de Sepultura: Precisa y
perfecta. Me pareció interesante destacarlo esta vez y en un futuro, porque
sin duda alguna es una poderosa arma que demuestra la apuesta de los creadores y directores por un público
particular, extremadamente estereotipado, pero muy acertado... Supongo que esto
se debe a que el demonio siempre está en los detalles.
AW.
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