miércoles, 1 de mayo de 2013

Tullidos, Bastardos y Cosas Rotas (La Recapitulación, sólo la Recapitulación, y nada más que la Recapitulación)

Entonces, el jueves pasado me desperté con una resaca intelectual después de una clase de literatura española especialmente pesada, sin recordar mucho de lo que hice luego de volver a casa. Por suerte, Sari estuvo ahí para llenar los espacios en blanco: aparentemente, dije que me merecía el Pulitzer por una frase bastante cliché escrita en una de mis historias originales, y publiqué una pequeña pieza sobre Caperucita Roja comiéndose a Sam Winchester. Y la verdad no tengo excusa, porque el episodio de Juego de Tronos que me tocaba recapitular es uno de mis favoritos. Es mucho menos pesado que el anterior, y menos saltarín que el anterior, y además, por una vez, el título del capítulo parece tener algo que ver con lo que está ocurriendo en el episodio.

La primera escena que vemos es una reminiscencia del primer episodio: Bran está parado en el patio del palacio, tratando de apuntar una flecha, pero entonces se distraer por un cuervo que pasa volando delante de él. Extrañado, Bran sigue al cuervo hacia la cripta de los Stark, y entonces se da cuenta que el cuervo tiene tres ojos.


Una de dos: o Invernalia queda más cerca de Chernobyl de lo que creíamos, o Bran está soñando.

Resulta ser la segunda opción: a Bran lo despierta Theon Greyjoy, el pupilo de Ned, y en lo que estoy bastante segura que es su primer parlamento en toda la serie, le anuncia que hay visitas y que se requiere su presencia.

La visita es nada más y nada menos que Tyrion, que pasa por Invernalia en su viaje de regreso del Muro. Robb, influído por las sospechas de su madre, no está muy contento de tenerlo ahí, pero Tyrion demuestra que es moralmente superior a todos los demás de nuevo cuando muestra que le ha traído a Bran un regalo: un diseño para una silla de montar especial que le permitirá andar a caballo. Cuando Robb le pregunta por qué, Tyrion responde magníficamente:

"Tengo un punto débil por los tullidos, los bastardos y las cosas rotas."

"Y voy a seguir teniendo todas las frases geniales, así que no lo intentes, Stark."

Robb, arrepentido de haber sido tan maleducado, le ofrece la hospitalidad de Invernalia, pero Tyrion básicamente le dice que se la meta por donde le quepa y que prefiere irse al burdel de la aldea. Y sale tan dignamente como si no acabara de anuciar que se va de putas.

Theon lo sigue hasta el patio para recomendarle que pida a una prostituta en particular, y Tyrion se burla de él por ser un lacayo de los Stark luego de que su padre fuera un guerrero tan orgulloso como para levantarse en armas contra Robert. Y eso no parece hacerle ninguna gracia a Theon.

Tengan presente este momento, damas y caballeros: cuando Theon Greyjoy muestre sus verdaderos colores, cuando se vuelva en contra de todo lo que ha sido educado para respetar y servir, podemos rastrear todas esas acciones a este momento. Es como ver una semilla siendo plantada en tierra fértil sabiendo que saldrá un gran árbol de ella.

Una semilla malvada, pero una semilla al fin.


 Mientras tanto, en el Muro, Jon obviamente tomó el consejo de Tyrion, y está dándole consejos a sus compañeros mientras entrenan. Ser Allister, el encargado de entrenarlos, llega con un nuevo recluta: un chico gordo que se anuncia como Samwell Tarly. Ser Allister lo obliga a pelear con otro de los chicos, y es tristemente divertido porque Sam pone esta cara...



... y cae al suelo tras un solo golpe chillando como una perra.




O como un cerdito, que es exactamente como Allister empieza a llamarlo mientras el otro recluta le da una paliza sin precedentes. Jon interviene, porque la nobleza lo obliga, y demuestra de nuevo lo macho que es enfrentándose a no menos de tres de sus futuros hermanos, y pateándoles el trasero sin sudar una gota. Allister no está impresionado, y le recuerda que más allá del Muro, nadie quiere a niños lloricas cubriéndole las espaldas. Sam le agradece a Jon el haberlo defendido, y cuando le preguntan por qué no se defendió él mismo, Sam se encoge de hombres y admite que es un cobarde.

Cuando se va, uno de los amigos de Jon lo mira horrorizado y comenta: "La gente nos vio hablando con él, ¡ahora van a pensar que nosotros también somos cobardes!" Perdón, pensé que estaba viendo Juego de Tronos, no una comedia de secundaria yankee.

En cualquier caso, saltamos al otro lado del Mar Angosto porque no pueden pasar un episodio sin restregarnos a Daenerys y su procesión de caballos por la cara. Los dothraki se dirigen a su ciudad base, Vaes Dothrak, y Viserys no está impresionado. Daenerys le advierte que no se burle de su pueblo, y Viserys contesta con desprecio que ese es su ejército, y que están yendo en la dirección equivocada

Jorah le explica a Daenerys que los dothraki tienen un temor supersticioso al mar, y que si consiguieran hacerlos llegar a Poniente, quizá tendrían una oportunidad en contra del ejército del Rey Robert. Daenerys pone cara de no estar convencida. O quizá esté estreñida. O quizá tenga náuseas matutinas, la verdad no puedo estar segura con esa cara.

"Esta es mi cara de emoción, ¿no se nota?"

Aquí un tip de escritura gratuito: una de las maneras de hacer exposición (ya saben, esa cosa aburrida que da los parámetros del mundo en el que está ocurriendo la historia) es hacer que uno de esos personajes diga explícitamente las cosas que el lector (o espectador) necesita saber. En este caso, tenemos a Viserys alardeando con la doncella de Daenerys de haber visto los cráneos de los grandes dragones que solían adornar la sala del trono. Los más recientes, decía, eran pequeños y deformes, en comparación con los más antiguos, que eran grandes y majestuosos. Es decir, que aquí tenemos una de las razones por la cual no hay dragones en la tierra: sufrieron una degeneración progresiva hasta desaparecer. No hay dragones, no, no esperen ver dragones.

De vuelta en Poniente, el Consejo está reunido para discutir el Torneo de la Mano, que aparentemente se va a realizar a pesar de las protestas de Ned. Un caballero les está informando que la ciudad es un caos debido a la cantidad de gente llegando para asistir al Torneo, y Ned tiene cara de estar teniendo un mal día en la oficina.

Alguien acérquele una aspirina a este pobre hombre.

Ned ofrece a sus propios hombres para tratar de mantener la paz en la ciudad, y despide al Consejo. Pycelle, por estar tan viejo que es increíble que (spoiler) haya sobrevivido hasta el quinto libro, va más lento que los demás, así que Ned aprovecha para emboscarlo y hacerle preguntas sobre la muerte de Jon Arryn. Pycelle le dice que Arryn murió de una enfermedad fulminante, y ambos discuten la posibilidad de que haya sido a causa de un veneno. El maestre también informa a Ned que Arryn estaba leyendo un libro sobre la genealogía de las grandes casas de Poniente, y que sus últimas palabras fueron: “La semilla es fuerte.”


Ned regresa a sus habitaciones con el libro para encontrar a Arya haciendo equilibrio en la escalera. Arya le cuenta, con los ojitos brillosos que tienen los niños cuando hablan de su maestro favorito, que Syrio le dijo que los “bailarines del agua” pueden pararse en el dedo gordo del pie por horas. Ned se ríe condescendientemente, y Arya le pregunta qué va a hacer Bran ahora que no puede ser caballero, y eso de alguna manera degenera en ellos hablando sobre el futuro de Arya: básicamente, casarse y tener hijos. Arya no luce muy feliz con ese destino, y regresa inmediatamente a sus ejercicios de equilibrio.

De vuelta en el mundo, Jon está de guardia, y le envían nada menos que a Sam a que sea su compañero. Sam le advierte que no ve muy bien, y Jon, al borde de la histeria, le pregunta que si no sabe pelear, ni ver bien y además es un cobarde confeso, ¿para qué diablos vino al Muro? Sam le cuenta su historia: su padre básicamente no lo consideraba digno de ser su sucesor, así que le dio la opción de ir a vestir el negro, o de tener un “accidente de caza.” A Jon le da pena, porque de cierta manera encuentra un reflejo en esa historia: él también es hijo de una casa noble de la que nunca podrá ser heredero.

Mientras tanto, en Desembarco del Rey, Ned habla con Baelish, apodado Meñique, el del bigote raro, ¿se acuerda? Meñique le va señalando todos los espías que hay alrededor, y aparentemente, Poniente es algo así como la versión medieval de Gran Hermano: ¡espías por todos lados! También le pasa dos datos muy interesantes: que el escudero de Arryn fue prontamente ascendido a caballero tras la muerte del Lord, y que Arryn solía visitar a un armero. Ned, gracias a esos datos, decide confiar en Meñique, y la verdad es la estupidez más grande que pudo cometer.

¿Ves lo que me haces hacer, Ned? Me obligas a usar tu propio meme.

Ned envía a uno de sus hombres de confianza a hablar con el escudero-ascendido-a-caballero, quien es tan caballeroso que no quiere hablar con él porque el otro no es un caballero, lo cual es caballeramente grosero. En cualquier caso, Ned y su hombre van a ver al armero, y descubren que Arryn iba para visitar al aprendiz, Gendry, un chico moreno que les cuenta que la Mano le hacía preguntas sobre su madre que, entre otras cosas, era una mujer rubia. Ned lo observa bien, y sin ninguna prueba de ADN a mano, decide que Gendry es hijo bastardo de Robert.

En el Muro, Jon hace un pacto con sus amigos reclutas de no molestar a Sam, y cuando uno de ellos se rehúsa, la respuesta de Jon es básicamente: “Ay, sí, qué mal. Yo tengo un lobo huargo.”

"Tu argumento es inválido."

Así que al día siguiente, en el patio de entrenamiento, nadie se mete con Sam, y Allsiter, que es un pesado, pero no es ningún idiota, se da cuenta de lo que intentan hacer y como castigo los manda a restregar mesas. Mientras cumplen su castigo, Jon y Sam hablan de chicas y de cómo los dos son vírgenes, Sam porque es gordo, y Jon porque tiene miedo de traer otro bastardo al mundo. Me da la impresión que Catelyn y Ned lo traumaron un poquito.

Al otro lado del Mar Angosto, Viserys se comporta como un idiota supremo y Daenerys lo enfrenta. Luego discute con Ser Jorah sobre cómo Viserys es un incompetente que nunca podrá conquistar los Siete Reinos. Perdonen si les bostezo en la cara.

En Desembarco del Rey, el Torneo de la Mano se está llevando a cabo, y nos presentan a uno de los personajes más brutales de toda la historia: Ser Gregor Clegane, la Montaña que Cabalga. Gregor es hermano de Sandor Clegane, el guardaespaldas de Joffrey, y, como le cuenta Baelish a Sansa, es el que le hizo las cicatrices en el rostro. Gregor se enfrenta a Ser Hugh, el ex escudero de Arryn, y como por casualidad le clava la lanza en el cuello.

Hum, no creo que Ned pueda interrogarlo después de eso
 
La escena final el episodio transcurre en una posada, donde Catelyn y Sir Rodrik están siendo hostigados por un bardo. Tyrion entra en escena, aunque la posadera le advierte que no hay lugar. Tyrion no se amilana y ofrece una moneda a quien quiera que le ceda el cuarto. Catelyn trata de hacerse chiquitita en un rincón, pero Tyrion igual la ve, así que Catelyn hace lo que cualquier mujer enfrentada con el potencial asesino de su hijo: de un discurso inspiracional a los vasallos de su padre que se encuentran en la posada, y todos se disponen de inmediato a convertir al pobre Tyrion en un brocheta.


CONTEO DE PALABRAS: 1993. ¡Cerca!

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