lunes, 13 de mayo de 2013

Tell It to the Frogs

Díselo a las ranas.

Un desesperado Merle, deshidratado e insolado nos introduce al tercer episodio de la primer temporada de The Walking Dead. En medio de alucinaciones y arrepentimientos entonados en palabras sin sentido, Merle busca desesperadamente la forma de escapar de la azotea en la que se encuentra aún esposado. Los caminantes están empujando la puerta, cada vez más cerca de derrumbarla. Merle encuentra esa vieja segueta que había quedado abandonada cerca de él. En un último respiro, finalmente logra atraparla, justo cuando cree que los caminantes parecen haber encontrado la forma de hacerse paso en el techo.


En la carretera, aún llenos de remordimientos, los sobrevivientes avanzan al reencuentro con su grupo. Rick sin tener idea de lo que le espera en el campamento de sus acompañantes. Glenn se pasea en el auto "robado" con la alarma a un alto volúmen. Conversando sobre el abandono de Merle en la ciudad, por primera vez se nombra en la serie a Daryl, el hermano que aparentemente será el único que extrañe a quien dejaron atrás.

De vuelta en el campamento, Shane juega su papel del padre de reemplazo para Carl, del esposo que ya Lori no tiene. La alarma del auto suena al fondo y todos esperamos atentos por el momento que se aproxima. Los corazones retumban, la ansiedad aumenta y finalmente están ahí. 

"Helicopter Guy" es como lo llaman. Rick deja el camión y aún desesperanzado camina acercándose al grupo. A lo lejos, Shane es el primero en reconocerlo, pues Lori se encuentra hablando con Carl. De repente, tras una ojeada, Rick no puede creer lo que ven sus ojos y permítanme decirlo, este es el encuentro más emocionante que he visto en televisión. Se me aguan los ojos, escalofríos me recorren el cuerpo. Carl corre a su padre gritando de la emoción y Rick sin poder más se lanza al suelo con su hijo entre brazos. Lori aún no puede creerlo y aunque sabemos el amorío que tiene con Shane, no podemos evitar reconocer la dicha que siente. Finalmente están juntos, en un mundo en el que al parecer la esperanza ya no existe.


Después de que Rick comparte su historia con el grupo, vuelve al tema la preocupación por Daryl Dixon, quien al parecer no se tomará nada fácil el hecho de que el grupo dejó atrás a su hermano. T-Dog y Rick se debaten en asumir la responsabilidad. Rick toma de nuevo el liderazgo y el grupo comienza a sentirse seguro bajo sus ojos.

En la mañana, los gritos de los pequeños atraen al grupo a un caminante que está comiendo de un venado. El grupo aún inexperto ataca al caminante hasta destrozarlo. Entre el bosque, aparece entonces un sujeto con un arco de ballesta al hombro, caminando con una actitud muy desafiante, en definitiva el segundo de los Dixons. La actitud del tipo es rebelde, altanera, trata a todos con agresividad, tal cual como su hermano. Sin embargo, cuando Shane le dice que su hermano no está con él y Daryl termina perdiendo la compostura, de inmediato reconocemos que el lazo que ata a ambos hermanos es mucho más fuerte que su actitud retadora.

Rick asume la responsabilidad y aunque Daryl arremete en contra suya, totalmente fuera de control, Rick tiene la valiente idea de volver a la ciudad en una misión de rescate. El desesperado Daryl demuestra un poco de corazón al asegurarle a todos que volverá por su hermano. Quizá esta es la primera representación de humanidad que hizo que la audiencia apreciara a Daryl desde su primera aparición.

Al inicio, todos cuestionan a Rick por querer volver a traer a Merle de regreso, pero desde otros ojos podemos ver que esta acción fue muy importante para que el grupo comenzara a verle como un lider. La valentía del hombre que apenas acaba de ser reunido con su familia, pero que sin embargo pone en primer puesto a sus principios. Rick sabe que se siente perder a los suyos, que se siente sentir que no volverá a verlos y por más que la actitud de los Dixon no sea de su agrado, no va a permitir que alguien pierda a la única familia que le queda.

Con la excusa de recuperar las armas que dejó en Atlanta, Rick convence a todos que la mejor opción es regresar. En contra de Lori e incluso ante las lágrimas de Carl, Rick se encamina con Daryl, Glenn y T-Dog de regreso a Atlanta. La misión es suicida, sobre todo como quedó la situación después de que dejaron la ciudad.

En el campamento, Lori finalmente le reclama a Shane el haberle dicho que Rick estaba muerto y no le da tregua para que se explique. Entre el grupo inicia la tensión cuando el esposo de Carol se torna agresivo contra las mujeres y Shane descarga toda su furia en el rostro del tipo, dejándolo fuera de si y a todas las chicas bajo impacto ante el ataque.

A la llegada a Atlanta, la sorpresa que se llevan es al notar que Merle no está en la azotea, pero al parecer no está muerto tampoco. Para el asombro de todos, especialmente de Daryl, la mano inerte de Merle yace junto a las esposas aún atadas a la tubería y sobre un charco de sangre. 



Gracias por leer!

xo.
Y



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