domingo, 2 de junio de 2013

Libre Albedrío.

No es Slender Man observando a los niños en el parque, si no un demonio roba niños que anónimamente
desata el caos con un tornado entre una clase de arte y columpios del pre-escolar.

Efectivamente son tiempos oscuros cuando se involucra a una criatura inocente, y The Animals aparece para reafirmar con sus letras; “Debemos salir de este lugar, aunque sea la última cosa que hagamos, debemos salir de este lugar, mi pequeña, hay un lugar mejor para ti y para mí.” Pero es sólo Dean Winchester escuchando la canción en su adorado auto, y sabemos bien que en el negocio familiar estamos lejos de escapar de aquel lugar, pues no es específico y el peligro es pan de cada día.

"A Little Slice Of Kevin."
("Un Pedacito de Kevin." 
Escrito por Eugenie Ross-Leming y Brad Buckner. 
Dirigido por Charles Robert Carner.)

Saboreando sus dedos luego de engullir sus papas fritas, Dean claramente viaja solo en su Bebé luego de
unas compras. Tranquilo como ya pocas veces se le ve, aun con la compañía musical, alcanza con la mirada la obvia figura de un abrigo familiar que vaga por la carretera, y al adelantar se percata que se encuentra ante lo que aparentemente es su desaparecido amigo Castiel. Sorprendido frena enseguida, y tratando de asegurar su presencia,
retrocede y baja del auto consternado, pero sólo se encuentra con el anuncio de un hotel-resort que hospeda a gente aficionada a la pesca.

No sabemos si Dean sigue el camino para indagar el destino de su amigo, y obviamente podemos imaginar que si al conocerlo tanto, pero si entendemos que se encuentra tan confundido, que al llegar a la cabaña, Sam nota en su rostro que algo le ha sucedido. Su guardia baja
sólo le permite responder que está bien, y aunque se muestra tenso y desconcentrado, pronto  el caso del pequeño perdido en el pre-escolar en medio de un tornado los pone en alerta cuando otras noticias similares en distintas ciudades no parecen ser una casualidad.

En alguna remota zona, Crowley tortura a un ángel. Samandriel, o como prefirió Dean, Alfie, el jovencito que conversó con él sobre Castiel, es cruelmente interrogado.
Crowley ocupa sus conocidos métodos para averiguar la identidad de Profetas en la Tierra. Samandriel le indica que la siguiente generación no ha nacido aún, y le abandona en su sala de tortura para dirigirse a donde tiene secuestrado al pequeño niño del kindergarten y otros desaparecidos.

Cambiando de dirección, nos encontramos con el paradero de Kevin y su madre, Linda, quien
acostumbrada ya a la técnica de reconocimiento de demonios, derrama agua bendita a su hijo luego de que este saliera de compras.
Ambos se encuentran en un comedor abandonado, viviendo en medio de un desorden que dura pocos días, para continuar huyendo. Linda no está conforme con aquella vida, y trata de buscar ayuda por su cuenta, ingeniándoselas para contactar a una bruja que les guíe a buscar un final a esta pesadilla.

En medio de la noche, las placas del FBI ayudan a Sam y Dean a entrevistar a la profesora poseída que perdió su conciencia cuando el demonio secuestró a Aaron, el pequeño del pre-escolar. Ella parece no recordar nada y ellos se convencen al no notar reacción demoniaca cuando se le susurra el discurso de exorcismo.

Al no encontrar rastro, los hermanos se resignan a pasar una tranquila noche, y van a descansar a un motel, donde la lluvia es su única compañía.
Sam duerme, Dean no se convence de que las desapariciones sean coincidencia, y se queda a leer y buscar más información en internet, cuando de pronto en la ventana, la silueta de Castiel aparece entre la
húmeda confusión.

Rapidamente Dean se acerca a asegurar su presencia, y un trueno despierta a Sam.
Dean, claramente afectado le explica que vio a su angelical amigo, no sólo en la ventana, si no temprano en la carretera y que siente que lo está viendo, considerando que eso no puede ser posible.
Sam trata de apoyar a su hermano, y como bien entiende por su pasado con Lucifer, le aconseja que olvide la culpa, por que alargar el luto puede traerle problemas similares.

Sin embargo, Dean no puede comprender lo que sucedió en el purgatorio, y la culpa le está matando.

Así otro de los tantos flashbacks de su pasada por el purgatorio le remueve la mente.
Allí, él, Benny y Castiel buscan el portal que les ayudaría a salir del lugar. Castiel insiste que no servirá, pues es sólo un portal que sirve a humanos, no a criaturas sobrenaturales, Dean le manda a callar, pues necesita que su amigo cruce junto a él.
Castiel de todas formas, aprovecha de agradecer su amistad, prediciendo una despedida. Dean no acepta el momento y le asegura que saldrán los tres de ahí.

En tanto, Crowley trata con sus invitados, quienes creen que extraterrestres les tienen secuestrados en una nave espacial. El Rey del Infierno no pierde la oportunidad de que alguno de ellos traduzca la piedra sagrada, y a la primera queja, un arriesgado hombre es asesinado con un simple gesto. Lo que provoca que una inocente mujer se atreva a tratar de descifrar la palabra de Dios.

En el escondite de los Tran, Delta, la bruja, al fin se pone en contacto físico con Linda, quien no queda
contenta con los ingredientes que le trae para construir una bomba anti demonios.

Sam y Dean siguen pasivamente investigando en el motel, cuando Dean luego de refrescar su rostro en el baño, da con el esperado pero confuso encuentro con Castiel, tal como en viejos tiempos.

Castiel está sucio y barbudo, justo como nos visualizó los recuerdos de Dean. Sam se muestra sinceramente contento de saber que el ángel está vivo, pero su hermano no entiende completamente cómo llegó a pasar.

Castiel explica que ha estado tratando de encontrarlos, pero que sus poderes han estado débiles. Sam indica que esa podría ser la razón de cómo Dean lo ha estado viendo repartido por varias partes.
Dean cuestiona su llegada, pregunta cómo pudo salir de un lugar similar al infierno, pero Castiel no sabe
cómo responder. No recuerda más que se encontraba escapando de Leviatanes, y luego despertando en Illinois, cuna de su cáscara humana.
 
El momento es tenso, miradas de dolor y desconfianza es lo que puedo interpretar. Castiel suelta un ingenuo comentario de su estado, está sucio y parece esperar que los hermanos le digan que hacer, pues no está acostumbrado a funcionar sin su instantáneo poder angelical que le saca de apuros con el mero pensamiento.
Se dirige al baño y Dean nos otorga otro de sus flashbacks.

El portal reacciona con la cercanía de Dean, y llega el momento de que se haga el ritual para que Benny
salga con Dean. Funciona al momento y junto a Castiel se aventuran hacia un monte donde los encuentra un par de Leviatanes.

Sam lo distrae de sus pensamientos, preguntándole si se encuentra bien, pero Dean no puede olvidar el tema, y explica a su hermano que no era fácil salir de ese lugar, que había una oportunidad, la que él tomó, que recuerda el asqueroso año que vivió y que aún le carcome el cerebro, por ello, no entiende cómo Cas no puede recordar qué lo sacó de allí.
Castiel interrumpe la conversación, ahora dejando los trapos que
arrastró del hospital psiquiátrico y que se ensuciaron en el purgatorio, y retomando su peculiar apariencia. Por un momento se olvida la duda y vemos a los tres chicos de siempre.
 
El Rey del Infierno y los demonios llegan al paradero de los Tran gracias a la bruja, y Crowley secuestra a
Kevin. Pero Linda está preparada para atacar al demonio que iba a encargarse de ella, y con una inocente pistola de agua, le rocía la bendición en la cara para defenderse.

En el motel, Castiel sonríe como un niño al volver a ver la preciada televisión luego de tantos años sin poder disfrutar de las cosas simples.
Dean vuelve de hacer unas compras, y pregunta a Sam si ha encontrado más información del interrumpido caso. Al mencionar a los desaparecidos, Castiel se adelanta en nombrar a cada uno de ellos. Explica que son los profetas, que los ángeles saben los nombres de cada uno de ellos, y que junto a Kevin son la actual generación.
Sam cuestiona el número, y recuerda a nuestro querido Chuck. Castiel no sabe responder y asume que está muerto.
 
Los hermanos concluyen que es Crowley quien está detrás de la lista de desaparecidos, y Castiel avisa que
algo sucederá, justo antes de que el teléfono suene. Dean sonríe nostálgico mientras Sam contesta. Linda le avisa que Crowley tiene a su hijo.

Kevin se encuentra ahora en frente de los otros profetas secuestrados, mientras Crowley trata de convencerle que esté de su parte. Para apresurar su respuesta éste explota a una de las mujeres, indicando quién manda.

Los cazadores y el ángel esperan a Linda en la carretera, Dean impaciente mata el silencio, y pronto vuelve a sus pensamientos.
Recuerda sus últimos minutos del purgatorio, donde en equipo con Castiel derrotan al par de Leviatanes que tratan de impedir su huida.
Al llegar al portal, Dean trata de mantenerse unido a Castiel, pero este se suelta antes de que el agujero azul se cierre tras su partida.

No satisfecho con sus recuerdos, Dean le pide que hable con él fuera del Impala para aclarar su confusión.
Necesita saber si no confió en él para salir del lugar, porqué no lucho con más fuerza y rapidez, e insiste que no fue su intención abandonarlo.

Linda interrumpe el momento cuando se acerca en su auto junto a las anotaciones de Kevin, y el demonio que venció con agua bendita.

Kevin se encuentra ahora en el calabozo de Crowley, afectado y ensangrentado, preparado para ser torturado. Y luego de que el Rey ampute uno de sus dedos, Kevin accede a traducir la tabla.

El demonio encargado de Linda se da por vencido frente a los cazadores, y da la dirección del galpón donde se encuentra Crowley y Kevin. Iowa es el punto, y Dean se deshace de él apenas encuentran el lugar.
Sam no quiere que Linda esté presente para tentar a Crowley, y la deja esposada en el auto antes de dirigirse adentro del galpón.

El caprichoso Crowley se encuentra disfrutando un placer infantil, soplando un pequeño molino mientras escucha lo que Kevin traduce rápidamente. Luego de menciones que de nada le sirve, las palabras “Cerrar las puertas del Infierno”  complacen su curiosidad.
Kevin trata de sacar información específica mientras traduce, algo complejo pues la visión de un profeta es totalmente distinta a la de cualquier mortal. Allí encuentra un mensaje del Arcángel Metatron, mencionado en los capítulos finales de la temporada número siete.
“El Escritor,” como se le conoce en el ambiente angelical y demoníaco, transcriptor de la palabra de Dios, quien dejó una nota de despedida en la piedra sagrada: “Luego de completar esta tarea, abandono a mi maestro y a este mundo.”

El trío se encuentra cerca de encontrar a Kevin, luego de deshacerse de varios demonios. Sam utiliza las
bombas de Linda, que funcionan a la perfección.
Sam encuentra a las victimas secuestradas, nota sus rostros de las noticias y avisa que está allí para ayudarles.
Dean sigue a Cas, quien siente la presencia de Kevin cada vez más cerca, y luego de deshacerse de un demonio, Cas se muestra débil. Dean preocupado asume que Castiel aun no se encuentra en su total estado.

Dean trata de abrir la puerta que los separa de salvar a Kevin, Castiel entonces decide que cruzará solo con su poder. Dean no cree que eso sea buena idea, pero Cas avanza de todos modos.

Al otro lado, Crowley entiende que con la despedida de Metatron se explica que hay varias tabletas esperando ser traducidas.
Castiel interrumpe su revelación, y el sarcasmo de Crowley responde a su presencia.
Ante la negación de que suelte a Kevin, Castiel amenaza con su puñal angelical. Crowley responde de la misma forma, y hace aparecer otro en su mano.

Así, Castiel no acepta mas intimidaciones, y su luz interna se manifiesta amenazante y hermosa,
grandilocuente y tenebrosa. Sus ojos azules brillan al máximo, y la sombra de sus alas aparecen sorprendiendo a Kevin. Crowley trata de no mostrar miedo, y antes de escapar, pone su mano en la piedra, la
cual se rompe ante la fuerza de Castiel y de un momento a otro, se destruye la luz y el bello momento.

Dean logra entrar, y aunque es tarde para llegar a Crowley o la tabla, Kevin está a salvo.

Ya más tranquilos, Sam indica a los Tran que Garth los pondrá a salvo. Aprovecha de hacer entender que una bruja no es la solución al lío en que todos están metidos, y trata de traerle calma a Kevin, diciendo que Castiel puede ocuparse de hacer crecer su dedo amputado.

Apartados, Dean no deja de recordarle a Cas que podría haber muerto… otra vez, por apresurarse. Esta
vez, Cas le responde, tratando de hacer entender a Dean que sus decisiones son de él, y no de él y Dean. Que no todo lo que les sucede es su responsabilidad, ni tampoco su salida del purgatorio. Castiel le explica que no se trata de cargar con culpas, si no con la individualidad
de las propias decisiones.
Dean carga con la culpa como su eterna lista de traumas, y Castiel decide hacerle recordar el verdadero momento de su separación; sus manos si se juntaron para salir del portal, pero la imagen es totalmente distinta a lo que Dean recordaba y tal como Cas le menciona, es su decisión separarse de él, empujarlo a su mundo, mientras él se queda atrapado en el frio lugar.

Terco, Dean, no entiende la decisión, aun cuando la penitencia y la culpa de Castiel es similar a la suya. Pero efectivamente no fue su responsabilidad, si no un plan que Cas mantenía desde el reencuentro en el purgatorio.
“No puedes salvar a todos, amigo, aunque tratas,”  explica Cas,
emocionando a Dean, quien no corresponde el sentimiento, aun cuando
se siente identificado con sentirse parte de una penitencia infinita.

Sam vuelve a su lado, a explicar que Garth cuidará a los Tran, y en ese momento, confundiendo su realidad
y la nuestra, Castiel es interrumpido por completo por Naomi, un personaje que no hemos visto antes, y quien interroga a Cas contra su voluntad para obtener información que él le debe a su lugar de origen.

El cielo comienza a pedir explicaciones, y esta vez será sin separar a Cas de los Winchester.

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